Este es nuestro homenaje a las madres kayakistas: esas mujeres que se las ingenian para articular sus vidas en pos de dejar ser al espíritu aventurero que llevan dentro. Que se van a las travesías siempre con algo de culpa y comparten momentos de campamento ameno alternados con la clásica preocupación de una madre acerca de cómo estarán sus hijos esa anoche.
Una mujer que siempre navega llevando a su hijo en el kayak, pues de allí también ha salido alguna vez la fuerza para afrontar momentos de combate en el agua, para volver a su hijo como siempre...
La misma mujer que cuando se baja del kayak y se alista para emprender la vuelta a casa no desea otra cosa que el abrazo de su bebé.
Felicidades a todas ustedes!
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